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sábado, 12 de noviembre de 2011

LA TÉCNICA AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD






APROVECHAN LA NIEBLA PARA PRODUCIR AGUA

Sobresale el aporte de la estudiante de la Universidad Iberoamericana (UIA), de la de la licenciatura de Diseño Industrial, Susana Ninio, que adapto un dispositivo denominado “atrapaniebla” Cecelic que puede recaudar entre seis y 22 litros de líquido al día aprovechando la niebla natural. El “atrapanieblas” Cecelic, nombre náhuatl cuyo significado es frescura, aporta un valioso elemento que puede ayudar a las zonas semidesérticas y desérticas del país.

En todo el mundo hay lugares con niebla. En México en particular hay zonas semidesérticas en Coahuila y Baja California donde llueve si acaso una o dos veces al año, pero en promedio tienen 250 días de niebla al año, por lo que se podrá generar agua aprovechando la niebla

El dispositivo aprovecha como antecedente la existencia de un “atrapaniebla” que se utiliza en el desierto de Atacama, Chile, desde la década de 1970 construido con bambú y cuerdas al que también se le conoce como “Malla de Kiwi” y que actualmente ha sido mejorado por investigadores de la Universidad Católica de Chile.

El atrapanieblas de la mexicana en relación al chileno se construye con diferentes materiales pero la función es la misma. Susana Ninio adapto el atrapanieblas con materiales que no son fáciles de degradar. El funcionamiento es sencillo. Cuando se presenta la niebla, es atrapada en pequeñas gotas entre la malla y es conducida a un canal por donde baja el agua a un recipiente. Los materiales utilizados en México tienen una mayor flexibilidad, solucionando el problema del chileno del cual muchos de los dispositivos se rompen fácilmente al estar fijos de los cuatro lados, y no toleran el viento. El de Susana tiene un juego de tensiones que lo hace más flexible; está inspirada en la vela de barco para que pueda jugar un poco, doblarse y que no se rompa.

El funcionamiento del dispositivo inicia cuando la niebla pasa por la malla de Cecelic y queda atrapada, se condensa y posteriormente escurre en forma de gotas hasta llegar a dos canaletas de PVC que conducen el agua a igual número de garrafones rotomoldeados del mismo material, cubiertos para resistir la intemperie y después de su llenado, los contenedores pueden rodarse para acarrear el líquido sin gran esfuerzo. De esta manera, el agua se puede utilizar para el riego de cultivos, labores de limpieza, higiene personal, e incluso para el consumo humano si previamente es filtrada.

Dependiendo de la intensidad de niebla se puede recolectar de seis a 22 litros de agua al día por metro cuadrado de malla, cifras que se han comprobado ya en Chile.

Con el apoyo del experto en Física de nubes y precipitación del Centro de Ciencias de la Atmosfera de la UNAM, Guillermo Montero, logró determinar que dos de las zonas en donde se pueden utilizar con éxito son Ensenada, Baja California, y Las Alanzas, Coahuila.