PROFESORES: A MAYOR NIVEL ACADÉMICO
MAYOR IGNORANCIA JURÍDICA
Las escuelas particulares son auténticos centros de explotación laboral, cobran costosas colegiaturas, y hacen trabajar a los profesores en condiciones laborales precarias, salarios injustos, sin pago de horas extra, vacaciones e incluso muchos sin aguinaldo, contratados por año escolar, o sea diez meses con la intención de no generar antigüedad y para no pagarles el aguinaldo que les corresponde por ley. La mayoría de los profesores carecen de previsión y seguridad social (IMSS o ISSSTE).
Un ejemplo es que en la zona más favorecidas económicamente de la ciudad de México, en la delegación Benito Juárez del DF, a un maestro de primaria le pagan en promedio 5 mil 600 pesos mensuales, salario injusto para la preparación académica (licenciatura) que piden y el enorme trabajo físico e intelectual que desarrolla la actividad propia del maestro de banquillo.
Las escuelas particulares a diferencia de las escuelas públicas no les otorgan prestaciones a sus maestros. No cotizan para jubilarse o pensionarse, no tienen derecho a crédito para vivienda o préstamos a corto o mediano plazo con interés social, y por lo mismo no tienen derecho a enfermarse ya que si se enferman les descuentan los días no laborados por que tampoco tienen derecho a incapacidad. En el mejor de los casos, cuando bien les va, les pagan parte del aguinaldo que les corresponde conforme a la Constitución.
Una constante es que los dueños de las escuelas promueven como promoción entre los padres de familia pagar 10 mensualidades en una sola exhibición para no cobrarles los doce meses de mensualidad. Obvio, esta promoción va en detrimento de las vacaciones de los profesores a quienes con este pretexto no les pagan las vacaciones de julio-agosto.
Como es obvio tampoco les dan cursos de actualización como dispone la Constitución, la ley y los convenios internacionales.
Desgraciadamente el individualismo que promueven los gobierno neoliberales van provocando que tengamos profesores con muchos años de estudios académicos y un total ignorancia de los derechos básicos Constitucionales que tiene todo trabajador.