LOS
MAESTROS YA NO SON MAESTROS, HOY SOMOS CLIENTES.
¿La educación prostituida?
JOSÉ CARDOZA *
Hoy
asistí a uno de los eventos académicos en donde más me ha pesado perder tiempo
valioso de mi vida. En la “Reunión para el fortalecimiento de la identidad
institucional a partir de la mejora del sistema de gestión de la calidad” a que
nos convocara el director de la escuela; Juan Conde Soriano presentó con su
gente, un proyecto
tecnocrático en donde se define a docentes, trabajadores y alumnos como
CLIENTES.
En
una exposición lamentable por lo unidireccional y sin derecho a preguntas,
olvidaron que el proceso educativo no es lineal sino dinámico y contradictorio.
Hablan de una supuesta gestión de calidad a partir de una evaluación constante,
cuando en realidad proponen un lamentable laberinto burocrático que entorpece
el proceso enseñanza aprendizaje y convierte al trabajador en un marchante o
cliente según el momento y permite que los mercaderes degeneren el proceso
educativo y ofendan a Maestros, trabajadores y alumnos denominándonos clientes
como si estuviéramos en un mercado y no en una institución educativa pública.
Como
vulgares vendedores de licuadoras o aspiradoras, halagan el oído de los jefes,
así denominan a la directora general de normales y a los directores de las
escuelas normales como ALTA DIRECCIÓN
en su "sistema
de gestión de calidad". Con sorna, los maestros presentes comentábamos,
que en esta lógica de vendedor, los otros jefes serán mediana dirección, y los
de más abajo chaparra dirección. Todo sea por vender un producto. Lo más
lamentable es que lo dicen en un tono de seriedad, que lo dejan a uno frío, ya
que evidentemente creen en la sarta de mentiras que exponen, y crean un mundo
propio. Autistas, los definíamos en corrillos los Maestros.
Respeto
profundamente el derecho de cada quien a creer y utilizar sus propios
procedimientos y métodos, pero no a imponerlos sin prever los daños que un
error de este tipo puede ocasionar. Pero no obstante mi profundo respeto a la
opinión ajena, me indigna que deterioren todavía más la imagen del trabajador
docente a quien, como decía al principio, hoy estos burócratas neoliberales, a los
Maestros nos dicen CLIENTE. De risa, pero también de lástima por los evidentes
daños a la educación del pueblo, o educación pública.
En
corillos, en son de burla, los Maestros nos preguntábamos al igual que los
marchantes: ¿Cuánto por el ese?... No ya esta concesionado y no está en venta…
De risa, escarnio profundo al normalismo.
¿Hasta
cuándo permitiremos este tipo de ofensas?
Sera
capaces de darnos una disculpa por la ofensa de llamarnos “clientes” en acto
previo a un festejo en dónde decía festejaban el día del MAESTRO.
* Docente de la Escuela Normal Superior de México (ENSM).