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jueves, 10 de mayo de 2012

PAUL MC CARTNEY EN EL ESTADIO AZTECA


·      

UN MÚSICO, UNA NOCHE,
·        MILES DE SUEÑOS E HISTORIAS. [1]
·        Alfredo Villegas Ortega  [2]

·        17: 45 Estoy en clase y mi mente en otra parte. En otro tiempo ya estaría en el concierto. Ah, la responsabilidad, el tiempo, eso que llaman la madurez. No obstante, me escapo 15 minutos antes. Voy por mi esposa y cambio el saco por una chamarra. Boletos, binoculares. Todo en orden.
·        18:40 Saliendo por el circuito interior. Para variar, caos. Llevo tiempo, no hay problema.
·        20:00. Ya valimos. A pesar de sortear Tlalpan por atajos en la Álamos, Postal y Portales, sólo llegamos a Nativitas. Hay que dejar el carro. Qué bruto, eso era desde un principio.
·        “Ring, ring”. Es Joel: “Fello, ¿ya empezó el concierto?”. Le comento que es a las 9 y que vamos en camino.
·        20:20 Abordamos el tren ligero. La gente literalmente se arremolina. Hay salidas directas a la estación Estadio Azteca. Bolsos, gorras, tenis, playeras. Viejos, jóvenes, pobres, niños, clasemedieros. El crisol es parte de la magia y ya se empieza a vivir.
·        20:40 Empezamos a caminar al costado del Azteca sorteando puestos de camisetas, posters. La adolescente le comenta a la mamá roquerona: “¡Ay, qué emoción, no lo sientes!” La mamá, más ducha, ni la pela y siguen –seguimos- caminando, con la gran masa rara. ¿Alienados o revolucionarios? ¿Conocedores o chabacanos? ¿Qué define a una masa como ésta? Todo y nada.
·        20: 57. Al fin sentados junto a Braulio y su familia que llegaron desde las 5 de la tarde. “Llegamos al fin, pinche tránsito es un desmadre”. Cervezas monumentales y aguadas a $80. Cocas de a $40. Maruchan’s ¿de a cómo? Sepa. Nunca me he comido una.
·        Pasa el tiempo y el concierto no empieza. Algunas imágenes proyectadas en las 5 pantallas a lo largo del escenario.
·        21: 20 ¿Este güey qué se cree? Se va armar el desmadre. Nervios. Gente que sigue llegando. Fotos con el estadio de fondo “¿pa’ subirlas al feis bú no compa?”. 
·        21:35 Llega Pam la hija mayor de Braulio. “Al fin llegaste, ahora sí le vamos a decir a Paul que arranque”. Sonrisa condescendiente.
·        21:42. Pam traía su torta bajo el brazo: El Concierto arrancó a esa hora. Vestido impecable con un saco azul padrísimo Paul y su grupo entonan la canción homónima y que abre el Album: Magical Mistery Tour. ¡Guau!. La raza se prende. Baila, se para, grita, canta. Los hijos de Azcárraga, con los hijos de Sánchez; los proles de La UNAM y del Poli con los conser de la Panamericana y la Ibero; el obrero y el intelectual; el cartero y el médico; la secretaria y la mesera; el melómano y el snob; el niño y el sesentón. Sí, Los Beatles dan para todo. Para eso y más. ¿The Beatles? ¿Qué no es Mc Cartney? Imposible hacerse de lado. Cuando Paul entona esas rolas (y la masa loca con él) uno siente que el tiempo se estacionó o tal vez que caminó tan rápido que se adelantó y su vigencia es mero ajuste cronológico: Uno siente que son The Beatles. Volver al futuro…
·        22: 00 El viejo maestro. El odiado por los gruesos (por fresa y bien portado) y por los conservadores (por grueso y pacheco). El amado genio para la mayoría. El Baby Face. El virtuoso. El otrora hombre más rico de Inglaterra, ya tiene el público en sus manos. El delirio es inenarrable. Junior’s Farm, All my Loving, Jet, Got to get you into my life, rolas y más rolas… “¡Hola Chilangos, son un público maravilloso…!” La masa responde: “oe oe oe oe, Sir Paul, Sir Paul, oe oe oe oe, Sir Paul, Sir Paul…” parece Wembley y no el Azteca.
·        22: 05 Con un buen español, anuncia una rola tocada por primera vez en México: “The night before”. Asocio cuando vi Help! con mi familia por allá del 65, 66. Ya llovió. Aquí está lloviendo. A la gente le vale sorbete. “¡Lleve su capa pa’ la lluvia!”. Mc Cartney no es cualquier potrillo del canal de las estrellas. Es importado y original. Un viejo modelo clásico. Un setentero que parece de 25. ¿No que la mota iba a acabar con toda esa generación? Curioso. Muchos de esos conservadores que, en su momento se asustaron, hoy están en primera fila. Para eso es la lana. “Ojalá y cante Yesterday” (Es que conocen muy pocas). Las canciones, rolas, según el mismo Paul, se suceden. Let me Roll (al final de ésta se avienta un requinteo para homenajear a Hendrix. Sí, dirán los conser: “Ese sucio sí murió de sobredosis” Sí. Y no era sucio, era diferente. Un virtuoso. No todos murieron. No la mayoría. . Ni sólo en el rock). Aclaro. Paul tocaba el bajo con The Beatles pero, además, toca guitarra, piano, ukelele. Después de Let me roll, sigue con Papperback writer aquella que The Beatles presentaron ante los japoneses y el mundo en aquel concierto del 65.
·        22:20. Paul, ya sin saco, se sienta en el piano. “The long and winding road….”. Las parejitas se acurrucan. Los tokai, bic y criquet se encienden y apagan, Parecen velas en Janitzio o Mixquic. Se ve cañón. La gente canta. Sirve el Harmon Hall o el colegio de paga.
·        2250. Ya el Azteca es un Orfeón más que un estadio deportivo. Ahora nadie se acuerda de Pelé dando el pase a Carlos Alberto para el cuarto gol con el que sepultaron a Italia en la final de México 70. Ni De Maradona llevándose a todos los -¡oh sí!, perdón Paul- ingleses para anotar aquel hermoso gol del 86. Hoy no hay siquitibum. Hoy es “¡Oe oe oe oe Sir Paul, Sir Paul!”.
·        23:00 , 23:10: 23:20, etc. Mi hoja donde iba apuntando es un caos. Se me pierde el orden. No sé, exactamente, cuál sigue. Rolas, rolas, más rolas. Blackbird con su guitarra de caja. para mí es una de sus mejores canciones. Sencilla, poética. viene en el Álbum Blanco. Me acuerdo de amores juveniles. Calla, loco. Lástima. Cuando empieza a agarrar calidez, la banda (no todos, pero suficientes para mancillarla) empieza a palmear, pensando que es get Back (rítmica, agresiva) o peor que está en un concierto de Maná o Luismi y le da en la mother (Lennon, ¿dónde está Lennon.? Presente. Nunca se ha ido. El dúo compositor de oro de la música popular contemporánea, el balance perfecto entre rebelión y éxito, música y letras: fenómeno intemporal y transgeneracional). Cuando Mc Cartney le canta la canción que le dedicó, “ a mi hermano John”, también con su lira acústica, “Here Today” La gente comprende, ahora sí, lo que transmite la rola y no palmea, la sigue con un coro emotivo y sentido. El resultado: un aplauso desgarrador y griterío y chifladera monumental como el estadio mismo o más grande aún que la mole de concreto. Por ahí, también, I’ve got a feeling. una rola del Let it Be muy prendida, con partes muy claras de Paul y otras de John.
·        Entre 23: 30 y 23: 50. Hope of deliverance, Maybe i´m Amazed. Obladi obla da. y mi incursión con mis hermanos en una tardeada en Cerrada de Guzmán, porque ni ellos ni Enrique Mejía ni Andrés Ríos daban la voz aguda. Traía yo mi saco mao guinda. Todos bailan, es una cancioncilla simple pero muy vital. Después o antes, no me acuerdo, And I love her (no de mi preferencia, como de trío romántico, no muy roquera; en fin, esa es mi bronca). La gente se para y canta frenética esta rolita histórica, aunque no me guste. Aparece el ukelele (una especie de guitarrita medio folclórica) y la gente ya sabe que por ahí viene el tributo a “mi hermanito George”. Surge, de pronto Something, un diamante histórico. Uno de los momentos cumbres del rock y de la noche. La versión es de antología.
·        23: 50 aprox. Paul se va. Sabemos que regresará. Las luces permanecen apagadas. Regresa y los gritos, ahora sí, se oyen hasta el Zócalo. Saca la bandera de México y los miles de niños héroes anónimos en la factoría, la escuela y el hogar se emocionan como con el gol de Cuauhtémoc Blanco en Francia 98. Lady Madonna. Puedo ver (es un decir) a Joel y el Búho en la Escuela de economía de la UNAM, proponiéndola como himno juvenil y libertario, más allá de la letra. “¡Pa pa pa pa. Children at your feet, Lady Madonna…!” Day Tripper, impensable porque es como de arranque y no de cierre. De las que no pasan de moda. The Beatles y los sueños que los acompañaron no han muerto.
·        00 al final con todo y encores: La fantasía era posible. sabíamos que se iba a acabar. El abuelo joven de setenta años cantaba y se entregaba. Cachondeaba al público hablándole en español. Esperábamos el cierre. Let it be. A Day in the life (que con esa me entierren), Give peace of chance, más vigente que nunca en este país lleno de violencia. Lennon vivo, Lennon, el tributo, el recuerdo, el hermano de Paul que mató un imbécil. No así sus consignas, sueños, miedos y fantasías que la gente sigue cantando: “All we are saying is give prace of chance…” (Todo lo que estamos diciendo es: dénle una oportunidad a la paz)
·        Yesterday. ¿De ésta qué digo, que no esté dicho? La canción con mayor número de versiones en la historia de la música. ¿Algo más? Todos la cantaron, quizá porque con ella aprendieron lecciones de inglés en la secundaria. Enseguida, I saw here standing there, The Beatles más frescos que nunca, no tan profundos ni místicos, pero desenfadados, vigorosos. Esa, hasta me paré a bailarla. Luego Hey Jude. A mi juicio la mejor canción de Mc Cartney y que le compuso a Julián el hijo de Lennon. La rola que no puede dejar de cantar. ¿Qué adjetivo le pongo? No sé. Se oyó, como siempre, a toda con el coro de todos, hasta los cubeteros (Cervezas, cervezas) Después, Golden slumbers, Carry that weight and, The end. Eso, señor Mc Cartney es no tener conciencia. Casi nos infartamos. tenga cuidado porque muchos somos viejitos no tan enteros como usted. No. Qué bárbaro. La canción cierra con una especie de epitafio, en el último álbum grabado por the Beatles: “And in the end, the love you take is equal to the love you make” (Al final, el amor que te llevas es igual al amor que haces). Eso se lleva Mc Cartney y Harrison y Lennon y Ringo. Hoy, Paul se llevó todo. La noche lluviosa no apagó la voz del maestro y de sus miles de fanáticos.
·        Sí. Baby face la volvió a reventar. No sabemos si tendremos la suerte de verlo una vez más en vivo. El tiempo ha sido generoso con él y sus miles de seguidores, pero es tiempo, a fin de cuentas. God save… Paul!!! God save The Beatles!!! Y, no, sólo creo en lo que veo, en lo que vi anoche, en lo que he sentido por muchos años. Salud por la buena vibra, por la buena música.


·        [1] Reseña del concierto de Paul Mc Cartney en el Estadio Azteca. 8 de mayo de 2012.
[2] Maestro de la Escuela Normal Superior de México (ENSM)