Domingo, 18 de Septiembre de 2011
Ayer lo vi, fue mi patrón, antes fue mi jefe en una dependencia gubernamental. Los años se le vinieron encima, quiero decir representaba más de los tenidos. Solo, encorvado, el cabello totalmente blanco, tuvo el infortunio de procrear tres varones, las nenas son mas apegadas, amorosas, cariñosas; no lo dejan a uno. Nosotros los hombres no reparamos en los detalles de los viejos, pensamos en nuestra juventud eterna y hasta nos olvidamos que tuvimos padre.
En los tiempos de bonanza, tenía un buen sueldo como director del banco gubernamental, además se asoció con un ingeniero textil y montó una pequeña empresa, tenía una residencia en una zona media-alta, a los suyos les daba todo no les faltaba nada.
La esposa le pidió tres o cuatro cursos y el último fue de pintura con un particular, se enamoró de su maestro.
En esa época viajó constantemente a España y entonces se descapitalizó la empresa y a ella no le importó, quería seguir llevando sus cuadros costumbristas a toda europa. El ya no tenía el sueldo de director del banco, el sexenio había terminado. Vendieron las tres casas y se quedaron sin nada, lo bueno que los tres jóvenes habían terminado sus estudios. La señora abandonó a mi expatròn y se fue a vivir con su maestro en un cuarto donde más bien ella dormía sola, el maestro era casado y vivía con su esposa.
Hoy el está totalmente solo, sin nada, dos hijos están en el D.F. y el otro, el menor vive con su mamá, manipulado, sin poder hacer de su vida.