Apliquen el método científico en el “Hoy no circula”
Carlos A. Torner Aguilar (*)
Lo que sucedió en el primer día del programa Hoy no
circula, impuesto de abril a junio, parece similar a un diseño
experimental, donde se suprime una de las causas para ver qué sucede y luego se
suspende otra y se mide igual, y así, causa tras causa para determinar su
importancia.
En el experimento de hoy las autoridades calculaban que
saldrían de circulación más de un millón de automotores, lo cual fue notable
por la ligereza del tráfico, pero los niveles de contaminación no bajaron
igualmente. Los 156 puntos de ozono reportados en la tarde sugieren que no son
los autos particulares los que más contaminan, sino que hay otras causas de
mayor severidad.
Las autoridades deben conocerlas perfectamente, y las
mediciones de hoy deberían repetirse para estar bien seguros (y la
estadística), pero el experimento siguiente se deberá hacer con otras fuentes
de contaminación: que no circule el 20 por ciento del transporte público,
taxis, camiones y peseras, junto con el transporte de
carga y los repartidores.
La justificación es la misma: la salud es primero. Su efecto
se deberá medir en Imecas, tal como hoy. Y si los resultados no son los
esperados, repetirlo con las otras fuentes de contaminantes: las fábricas, pero
en éstas se deberán cuidar los contaminantes que arrojan en la noche. La
aplicación del método científico podría ayudar en el caso de la contaminación,
al menos para aplicar medidas efectivas.
(*) Profesor-investigador de la Universidad Autónoma
Metropolitana, unidad Xochimilco