LUJAMBIO IGNORA QUE ES LA DEMOCRACIA
Enviado por José T. Cardoza Olivas
En Comunidad Normal Superior México, hemos insistido en la pésima educación que demuestran los egresados de escuelas privadas. La última prueba contundente la acaba de dar quien cobra como Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, quien de manera escandalosa no supo definir correctamente lo que es democracia, inventando todo un rollo para justificar lo injustificable. Olvidando la Constitución y su obligación de respetarla como se comprometió al jurar el cargo de Secretario de Educación Pública.
El miércoles 28 de abril el diario La Jornada publicó una nota que revela la enorme ignorancia del actual Secretario de Educación Pública. Como antecedentes Alonso Lujambio es Licenciado en Ciencias Sociales por el ITAM, maestro y candidato a doctor en Ciencia Política por la Universidad de Yale, una universidad yanqui de las más caras del mundo, articulista de varios medios de derecha, entre ellos Nexos, Este País y del periódico Reforma. Imparte las asignaturas de Introducción a la Ciencia Política, y Política Comparada II en el ITAM. Fue consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral de 1997 a 2003, de donde, fue nombrado por Vicente Fox Presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información. En 2004 participó, junto con un grupo de expertos en materia electoral de la ONU, en la elaboración de las bases del sistema electoral de Irak. El 6 de abril de 2009 fue designado por Felipe Calderón titular de la Secretaria de Educación Pública (SEP), tres meses después, el 25 de julio de 2009, Lujambio se afilió al partido de la derecha radical (PAN). Entre sus obras destacan “El poder compartido. Un ensayo sobre la democratización mexicana”, “Gobiernos divididos en la Federación Mexicana”. “Federalismo y Congreso en el cambio político de México” y “La democracia indispensable. Ensayos sobre la historia del Partido Acción Nacional”.
Lujambio olvidando que al asumir como servidor público debe dejar de lado su ideología de derecha extremista y radical (PAN), está obligado a respetar la Constitución Política, que define perfectamente a la democracia en su artículo Tercero, fracción II, inciso a), que dice textualmente:
Artículo 3º, II. a) Será democrático, considerando a la DEMOCRACIA no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Es conocimiento básico, mínimo para cualquier pasante de derecho, que, conforme a la Constitución, la democracia no puede dividirse. Está integrada por dos partes inseparables, la parte política y la del progreso constante, es decir lo político y la justicia social son algo indivisible, inseparables. Presentar una sin la otra es cercenar, violar la Constitución y los derechos del pueblo.
Nuestros abuelos no se dejaron embaucar con la falsa promesa de que la democracia es votar y ser votado, que los diputados y senadores discutan y que el pueblo acate sus leyes. Esa falsedad, esa mentira la rechazaron, por ello, nuestros abuelos impusieron en la Constitución que los políticos para concursar y pedir el voto popular deben hacerlo por una plataforma electoral en donde se comprometan a impulsar el mejoramiento del pueblo y no de las familias de los políticos. El respeto al voto y la discusión en el Parlamento, sin justicia social no es democracia. Si la democracia es para el pueblo, no hay democracia sin justicia social.
Si aplicamos la prueba enlace a Lujambio la reprueba. Eso no es novedad, lo escandaloso es la nota.
Reproducimos textualmente el artículo del diario La Jornada, en donde se aprecia o la ignorancia o la violación de la Constitución del egresado de escuelas particulares que cobra como Secretario de Educación Pública:
“LA DEMOCRACIA NO PRECISA JUSTICIA SOCIAL NI DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA DE LA RIQUEZA, AFIRMA
EL EXCESO DE CRÍTICA AL GOBIERNO PUEDE DAÑAR EL DESARROLLO DEL PAÍS: LUJAMBIO
MÉXICO ESTÁ EN UN MOMENTO DE INFLEXIÓN PORQUE NO APRECIAMOS NUESTRA VIDA DEMOCRÁTICA
Ángeles Mariscal, La Jornada, Miércoles 28 de abril de 2010, p. 48
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 27 de abril. Para que exista democracia no se requiere justicia social ni distribución equitativa de la riqueza, aunque deben buscarse esos factores, sostuvo Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ante cientos de jóvenes universitarios.
El exceso de crítica al gobierno mexicano puede afectar el desarrollo del país, dijo además durante la conferencia Los jóvenes y la democracia, y luego al inaugurar las Jornadas federales de información.
Con el propósito de establecer la idea de que la democracia se logró en México a partir de 2000, cuando por vez primera el Partido Acción Nacional obtuvo la Presidencia de la República, manifestó: Es un concepto estrictamente político y nos conviene a todos sumarnos para no crear confusión conceptual. La democracia es política, no social ni económica. Es un método de deliberación, donde el método democrático político es lo importante.
El funcionario federal puso de ejemplo contrario al gobierno de Cuba, del cual aseveró: “promueve la justicia social, pero eso no lo hace democrático. Regímenes comunistas lucharon por la justicia social, pero eso no los hace democráticos. Cuba es un sistema político autoritario que promueve la justicia social.
Puede haber justicia social y redistribución económica de la riqueza, todo eso puede ser deseable, pero ello no constituye la democracia. La democracia es un asunto estrictamente político, es una construcción humana perfectible.
En México, sostuvo, estamos en un momento de inflexión de nuestra vida democrática, porque no apreciamos nuestra democracia, porque el régimen no democrático que vivimos muchos años fue muy popular. En ese sentido, destacó: el exceso de crítica puede afectar el actual desarrollo del país.
Lujambio subrayó que, a pesar de vivir en una democracia, ésta no funciona bien a consecuencia del sistema de partidos. Hay en la ciudadanía un sentimiento de cuestionamiento hacia la democracia mexicana, debido a que acaparan las candidaturas y los ciudadanos no se sienten representados.
El titular de la SEP defendió los 10 puntos de la iniciativa de reforma política propuesta por el gobierno de Felipe Calderón, entre ellas la reelección y la iniciativa ciudadana.”
Pensar que para obtener una plaza un egresado normalista debe acreditar las asignaturas de la licenciatura correspondiente, aprobar el examen profesional y someterse a la humillación de un examen para tener el derecho a la plaza, en donde recibirá un salario miserable, con prestaciones del ISSSTE disminuidas. Mientras que siendo un niño bonito o “junior” se estudia en el ITAM, Ibero, Libre de Derecho, Tec de Monterrey, Yale, Osford, etc. y se cobra millones aun siendo un ignorante.
Hoy nos atrevemos a exigir. Ningún egresado de escuela particular debe asumir como funcionario público si no pasa el examen de conocimientos mínimos.