AL MAESTRO JESÚS CON CARIÑO...

Unos sabios disidentes conocidos como
los Reyes Magos, encontraron evidencias de que Jesús era el inicio del cambio
del mundo injusto, por un mundo de amor solidario (amaos los unos a los otros)
y fueron a rendirle homenaje. Pero enterados los magos disidentes que había
orden de aprehensión dictada por el Peña Nieto de esa época (Herodes) contra la
familia del niño dios, y para evitar al Herodes y a su secre apodado el Ñoño,
regresaron por caminos diferentes para despistar a la policía y a gobernación.
Ya después, este mismo Jesús
adolescente, les daría clases a los “sabios doctores” de esa época
(sacerdotes). Y siendo adulto, ese mismo Jesús contrario a los empresarios de
esa época les armó un mitin y los corrió a latigazos del templo de su padre
(Jerusalén); siendo por ello acusado por empresarios (mercaderes) y obispos
(sacerdotes del sanedrín), la PGR giró orden de aprehensión, y la policía
federal (legionarios romanos) lo encapsuló y lo llevaron preso ante la suprema
corte de Poncio Pilatos.
La falta de pruebas contra el acusado
era evidente, pero los de la suprema corte de injusticia y su juez máximo
Pilatos; encontraron que si bien, Jesús, no había cometido delito alguno, la
orden consigna del Peña-Herodes, era condenarlo a toda costa, y no lo dejó
libre. La acusación era terrible, cometer delitos políticos contra los
empresarios del templo, de cuestionar la autoridad de los sacerdotes judíos
(INEE).

Jesús, preso político fue condenado a
morir en la cruz sin derecho a amparo alguno. Murió dignamente crucificado,
asesinado por un delito político en medio de dos trabajadores rebeldes acusados
de ladrones (Dimas y Gestas).
En la actualidad se recuerda entre
sus últimas palabras el dicho: “Pueblo mío (padre mío) en tus manos encomiendo
mi espíritu…” Hoy, cada 24 de diciembre y semana santa lo recordamos.
Y recordando cantamos "Por qué no unirnos" cantando con los Gauraguao y luchamos por un mundo solidario con justicia social
José Cardoza